Un vendedor debe ser lo más parecido a un conseguidor. Ese “hombre orquesta” capaz de hacer sonar la música adecuada en el momento preciso, pero no hacerla sonar cuando le plazca, no, tu estás ahí con todos esos instrumentos, llega tu cliente y te pide una música que le acompañe porque está eufórico o te cuenta un problema y tu haces sonar la música de fondo que hace que ese momento sea único. Un vendedor tiene que hacerte sentir que mola tenerlo cerca ,luego la realidad pone a cada uno en su sitio.
Hoy te voy a dar algunas razones por las que merece la pena haberte conocido y tener a mano tu teléfono, para que las compartas con tu entorno, para que se las cuentes a tu madre y para que te las cuentes a ti mismo.
11 Razones por las que me apetece estar con mi vendedor
1.- Parece un empresario
Y digo esto a pesar de la mala reputación que tienen los empresarios en España. A muchos de tus clientes te los ganarás por no ser un “simple” comercial, porque muchos de tus potenciales interlocutores son empresarios.
Es muy complicado encontrar una definición universal de empresario, pero me gustan algunas de las que he ido metiendo en mi mochila.
Fernando Trias de Bes, lo define en el libro negro del emprendedor, como:
“El empresario es aquel que vive en un mundo incierto para que el trabajador piense que ese mismo mundo es seguro”.
Un comercial tiene que tener un poco de conocimiento y un criterio sobre el mundo de la empresa. Tener espíritu creador y artista, como un empresario. Tener iniciativa, como el empresario. Poseer el ímpetu de generar cosas nuevas (innovaciones) con valor, imaginación e iniciativa, como el empresario. Tiene que ser el jefe de sus clientes (en el sentido de motivar a otras personas en el desarrollo de la actividad empresarial), como un empresario.
2.- Me hace pensar
Cuando un comercial se ponga a hablar de modelos de negocio, el de google, el de skype, el de amazon, el de su empresa, el de tu empresa, empezarás a pensar que quizás no lo sabías todo y que puede ser que toque reciclarse un poco. A lo mejor empiezas a sentir curiosidad por lo que está pasando ahí fuera, incluso por conocer modelos de negocio innovadores. Te animas y te pones a pintar el modelo de negocio de tu empresa. Es impresionante cuando descubres, viendolo en un papel, como se relaciona tu empresa con sus clientes, cual es su estructura de costes, su propuesta de valor, las actividades y los recursos clave o lo más importante, su flujo de ingresos.
3.- Me revaloriza
¿Quieres saber porque tus competidores están incrementando sus ventajas competitivas? ¿De verdad que no te interesa conocer lo que hace tu competencia? Espera, voy a recordarte lo que significa una ventaja competitiva:
La ventaja competitiva se define como un conjunto de características diferenciadoras respecto de los competidores que permiten conseguir una posición relativa superior para competir, así como, una rentabilidad superior.
El comercial te contará casos de éxito de sus clientes (tus competidores) y tú le preguntaras lo que te de la gana.
Prueba a hablarle a tu jefe o al dueño de la empresa de modelos de negocio y de las ventajas competitivas de la competencia…
4.- Me ayuda a posicionarme en mi empresa
¿Quieres decirle al jefe de producción (tu compañero) que existe una tecnología capaz de optimizar el proceso de producción de forma que maximiza el beneficio? Tu conoces tu modelo de negocio. Eres capaz de ver los procesos de la empresa con perspectiva y sabes identificar que nuevo servicio o producto puede mejorar qué proceso en tu organización. Ayudar a otras personas en tu empresa debe formar parte de tus valores y de los de la empresa, pero conseguir apoyo de otras personas en tu empresa es una habilidad propia de gente con liderazgo y te puede venir muy bien en tu empresa obtener ese apoyo. Nunca sabes que retos te vienen por delante. Mucha de esta información la vas a conocer de la mano del vendedor, porque en su venta están tus claves.
5.- Mejora mi networking
¿Quieres estar en contacto con colegas? Seguro que el comercial organiza encuentros interesantes a los que puedes asistir para intercambiar impresiones con tus colegas del sector. Siiiii, que da pereza, que yo estoy muy a gusto con mis rutinas y mis cosas, pero hemos quedado que tienes que mover el culo (salir de tu zona de confort). Recuerda que este comercial que te ha invitado no te va a hacer perder el tiempo, si te invita es porque te conoce y sabe que te va a ser útil, ¿Quien no ha asistido a una jornada de estas que son realmente interesantes y se va a casa con ese buen gusto de boca? Además estás representando a tu empresa en el mercado, aprovéchalo.
6.- Me ayuda a vivir (un poco) más tranquilo
Pero solo un poco. Sabes lo importante que es el backup, la contingencia, el “porsiacaso”. Tu ya tienes tus proveedores de confianza, pero el mundo es incierto, en las nubes hay tormentas y cuando menos te lo esperas tu proveedor (de toda la vida) falla. Y vuelve a fallar, y un día es un fallito, y otro día es una falla de Valencia. Siempre es bueno tener una buena relación y un buen trato con el comercial de la competencia. No está bien acudir a Santo Tomás solo cuando llueve, no es propio de ti. Ya sabes, amor con amor se paga.
7.- Me ayuda a romper con la rutina
Esa que acaba con tu capacidad para razonar. Si, también esa que te recuerda tu pareja de vez en cuando. Nuestro amigo el comercial, además de organizar encuentros con un mensaje de producto o servicio interesante para ti, seguro que ha pensado en tu rutina y lo ha organizado en un sitio singular, o con alguna actividad de tu interés. Trabajamos para vivir, pero a veces se nos olvida, y parece que vivimos para trabajar. Nuestro buen comercial se ocupa de nosotros, déjate llevar…
8.- Me da un pase de gol (al financiero)
Está es muy buena. Tantas paradas, tantos minutos imbatidos le minan la moral a cualquiera, pero llega un día y ¡zasca!
¿Quieres también un dulce para el financiero? Ya conocemos todos a los financieros, esas personas respetables que cuando quieren se ponen a hablar en su idioma y no hay quien los entienda. Pero tu amigo el comercial también te puede ayudar ahí. Ese proyecto que quieres llevar adelante, pero que el financiero te gruñe cada vez que lo mencionas. Un buen vendedor te hace ver que por una razón muy razonable es un proyecto innovador para la unión europea o tiene un ROI muy defendible. Su empresa, que ya se parece más a un partner o socio, se encarga de ayudarte con la memoria técnica para obtener la subvención de la unión europea para costearlo como proyecto innovador. Tu director financiero ve como el balón va por la escuadra, es imparable. Ya estamos en un nivel.
9.- Baja la tasa de paro en mi casa
Si, el comercial vive en la calle y tu deberías de saberlo. El networking de un buen comercial es su gran tesoro. Nada más valioso tiene un comercial que su base de datos de contactos y no hay nada que le pueda satisfacer más que poder ayudarte, si, también a encontrar un puesto de trabajo para tu hija que no le han renovado el contrato en la empresa. El marketing “boca-oido” sigue siendo a día de hoy el más eficiente.
Un vendedor inteligente no reparte tarjetas de visita, se guarda contactos Clic para tuitear
10.- Contribuye a subir mi colesterol
Ya se que tu médico no pensará lo mismo, pero que quieres que te diga. No pienses que todas estas reuniones las vamos a celebrar en tu despacho o con los cafés de la máquina. Seguro que por alguna circunstancia, alguna que otra comida de trabajo se puede dar. Los vendedores odiamos comer solos y tenemos la costumbre de comer todos los días… Solo se vive una vez, disfruta también de esos momentos.
11.- Me abre los ojos y la mente (Descubro que ser vendedor es una profesión con profesionales)
Seguramente tenías una imagen formada en tu cabeza acerca del significado de vendedor. Quizás en este punto habrás llegado a la conclusión de que el comercial es una persona respetable, te escucha, te entiende, te resuelve problemas, te “obliga” a esforzarte en ser mejor, te ayuda a conseguir tus objetivos. Tu mismo, sin a penas darte cuenta, cada día estás metido en un proceso de venta o de compra, según lo queramos ver, porque en la vida todo son procesos de venta y de compra. Las personas que ocupamos puestos que influyen en los procesos de venta o de compra, estamos obligados a salir de nuestra zona de confort y a esforzarnos. En primer lugar por tu enriquecimiento personal, pero también por responsabilidad.
Un vendedor no es tan pretencioso como para enseñarte a salir de la zona de confort, pero si al menos consigue que asomes la cabeza, se dará por satisfecho. De lo contrario, ¿que nos queda? ¿Hablar mal de los comerciales?
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