No me canso de repetir que ser comercial es una de las mejores profesiones que existen, también de las más desconocidas. Si acabas de llegar a este mundo, seguramente tengas dudas y conviene que sepas las 2 cosas que debes tener para saber si eres comercial.
Además de tener estas dos cosas, un comercial disfruta (por eso es una de las mejores profesiones) de algunas bondades, como tener un horario flexible, conocer gente diferente, conocer lugares nuevos sin la atadura de las paredes de una oficina, viajar o comer en buenos restaurantes. No confundir con privilegios, pues ninguna de estas bondades esta exenta de una obligación o responsabilidad. Ser comercial, como ya hemos visto, es una profesión que soporta una enorme presión, la presión del comercial.
Todas las personas que realizan una tarea, personal o profesional, necesitan de un descanso para continuar realizando esa misma tarea con el mismo nivel de energía, como mínimo. En el caso de los empleados, la ley nos permite disfrutar de unos merecidos dias de vacaciones y desconectar física y psicológicamente para volver a conectar de nuevo con las energías renovadas. Además hablamos de uno de los incentivos más poderosos, junto con la comida, la bebida, el sexo, el dinero, la fama o tener un cargo importante.
Reconozco que hay profesiones que permiten apagar los fusibles por completo, incluso durante treinta días seguidos, es parte de las bondades de no ser un comercial, pero si eres comercial esto no es posible, no es lo más recomendable, si tu objetivo es la excelencia comercial, claro está.
El motivo fundamental por el que un comercial no puede desconectar (por completo)
Estoy seguro que tienes cerca de ti un autónomo, un pequeño empresario con una microempresa o con una PYME. Seguro que has escuchado en boca de estos profesionales decir que ell@s no se pueden poner enfermos, los fines de semana son una nebulosa entre los viernes y los lunes y se rien cuando les preguntas por sus vacaciones. Su interés por su propio negocio es tan alto que les impide desconectar por completo como lo podría hacer un empleado de una cadena de montaje. Algunos de ellos exageran hasta el punto de no poder desconectar, enfermando sus negocios y ellos mismos, otros, sin embargo consiguen combinar descanso con negocio con la suficiente inteligencia para mantener las constantes vitales, con ayuda de la tecnología y su sabiduría.
¿Y que pasa con los comerciales? ¿Acaso en nuestra tarjeta no pone gerente de algo o ejecutivo de no se que? ¿Acaso no somos los gerentes de nuestro propio negocio (nuestros clientes)? ¿No sientes la responsabilidad de dirigir lo que pasa en todos y cada uno de tus clientes y potenciales?
No entraré a valorar si en el momento de tus vacaciones tus objetivos están más verdes o más rojos, eso forma parte de tu dignidad y responsabilidad como profesional. El motivo fundamental por el que no nos podemos permitir desconectar ya lo has deducido tu mismo. Ahora te diré que hago yo para conciliar mi vida profesional y familiar en mis vacaciones.
5 Trucos para conciliar la vida laboral y personal de un comercial en vacaciones
1.- Pon un cartel de vacaciones. Avisa de que estás de vacaciones y que tu respuesta se puede demorar por este motivo, si además eres original en tu mensaje, mucho mejor.
2.- Organiza tu backup. En función del sector al que te dediques, el tipo de cliente que atiendas, o la empresa para la que trabajes, hay organizaciones que permiten trabajar a los equipos comerciales como equipo y dentro del mismo equipo unos se hacen el relevo a otros. Organiza esto y avisa proactivamente a tus clientes, no esperes a que un “autorespondedor” lo haga, no queda bonito y te resta puntos.
3.- No apagues el teléfono. ¿Para que? Seguro que tu smartphone tiene multiples posibilidades de configuración para que solo haga ruido cuando quieres que lo haga. Yo jamás apago el teléfono, pero yo decido cuando atender las llamadas.
4.- Mi mochila va conmigo. Estamos en el mundo digital y nada te impide llevar contigo tus herramientas de trabajo. A veces no queda más remedio que arrancar el portátil. Se lo que estás pensando, pero no te confundas. La diferencia entre lo cotidiano, lo importante y lo urgente la pones tu.
5.- Tu familia también vende. Va aquí mi homenaje a mi pareja. Ella espera de mi que en mis vacaciones le dedique todo mi tiempo a mi familia, todo el que no le dedico durante el año. Pero es lo suficientemente inteligente como para saber que un día de vacaciones con todo planeado (no hablo de un viaje planificado) un cliente requiere mi atención (es realmente urgente) y abro mi portátil. Ella sabe el esfuerzo que hago yo y yo se el que está haciendo ella conmigo. Si, mi madre sabe que soy comercial, pero mi pareja lo ha de saber todavía más. Tu familia ha de ser tu equipo de base, no solo el que lame tus heridas, también el que empuja en los momentos importantes.
Estoy seguro que este es un tema incómodo. A lo mejor opinas de forma diferente a mi. Yo solo me limito a contar mi experiencia. No conozco a ningún agricultor que se pase un mes sin saber como va su cosecha y luego espere recoger los mejores melones de la comarca. Quizás estemos hablando más de actitud, de ADN. Quizás trasladar el espíritu de un autónomo a un comercial sea poco probable o quizás sea yo el que esté equivocado. Mi experiencia me dice que, curiosamente los clientes que he atendido, (desatendiendo a mi familia en vacaciones), han sido los clientes más fieles, y los que eran potenciales se acabaron de convencer porque su proveedor habitual tenía apagado el teléfono, mientras su potencial proveedor estaba disponible.
¿Como lo llevas tu? ¿Sabe tu madre que eres comercial? ¿Lo sabe tu pareja?
P.D. Post dedicado a Elena y Amparo, vender es mucho menos sin vosotras.
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Amparo dice
No he sido nunca comercial, igual peco de ingenua pero no estoy totalmente de acuerdo contigo……las vacaciones son «casi» sagradas
Alex Lujan dice
Hola Amparo, gracias por aportar tu punto de vista. En absoluto pecas de ingenua. Quizás no expresé adecuadamente la necesidad de disponer de unas vacaciones, que son sagradas (sin casi) y necesarias. He tratado de explicar mi experiencia, que coincide con la de muchos emprendedores y otros comerciales. Es difícil no acudir a un cliente que te llama porque se le ha quemado la fábrica (por ejemplo) y necesita tu ayuda para salir a flote. Suele pasar que confundimos lo ordinario de lo importante de lo urgente. Un abrazo.