Alejandro Eloy
Decía Steve Jobs que no podemos conectar los puntos hacia adelante, sólo podemos hacerlo hacia atrás. Así que tenéis que confiar en que los puntos se conectarán alguna vez en el futuro. Tienes que confiar en algo, tu instinto, el destino, la vida, el karma, lo que sea.
Soy un comercial con la inquietud de conectar el mundo comercial con el «mundo real», con la ilusión de ayudar a nuestra profesión y con la idea de contribuir de alguna manera a dignificarla. Para mi, ser comercial es una de las profesiones más enriquecedoras que existen, pero de las más desconocidas y dañadas, sin embargo la venta lo es todo, sin venta no hay empresa.
Una de mis referencias en el mundo comercial, Cosimo Chiesa De Negri, es autor de un libro especial para mi, un libro que da nombre a este blog y que ha de leerse todo aquel que se quiera dedicar a esto, todo aquel que no lo tenga claro, incluso tu, que has llegado hasta este punto del blog, y por supuesto, todo aquel que piense como como yo, que vender es mucho mas.
Mis raíces
1. La música
A los 5 años, inspirado por Miliki, comencé a tocar el acordeón. Fue mi primer puente hacia la creatividad y la conexión con las personas. Desde entonces, he explorado el bajo eléctrico, la percusión africana y el funk, viviendo la música como una experiencia compartida y auténtica.
2. La tecnología
Mi primer contacto con la tecnología llegó gracias al Amstrad CPC 128k, un esfuerzo enorme de mis padres que marcó mi vida. Aunque no le saqué tanto partido como debía, fue el punto de partida de una relación cercana con la tecnología, que hoy forma parte esencial de mi carrera.
3. La familia
Mi mayor pilar es mi familia. Estoy felizmente casado con Elena, la mujer de mi vida y madre de nuestros mellizos, los capitanes del barco. Mi padre, comercial y viajante, fue un ejemplo de honradez y valores, mientras que mi madre y mis tres hermanas me enseñaron a desarrollar mi lado más empático y humano.
Mis inicios laborales y el descubrimiento del comercial
Mi primer trabajo llegó a los 16 años, recogiendo vasos en una discoteca. Con ese dinero, pagué la mitad de mi Vespa, que aún conservo. A los 17 años dejé los estudios para entrar al mercado laboral, pero nunca dejé de aprender. A los 24 retomé los estudios (Acceso Universidad Mayores de 25 años) y comencé Ingeniería Técnica en Informática de Gestión. Aunque no la terminé, complementé mi formación con certificaciones profesionales en sistemas y redes.
Ser comercial llegó a mí por casualidad. Como técnico informático, mientras resolvía problemas, ofrecía soluciones para prevenirlos. Las personas confiaban en mí, y sin saberlo, comencé a vender. En 2003, una PYME del sector TIC me dio la oportunidad de liderar su apertura de mercado. Fue ahí donde me di cuenta de que había encontrado mi vocación: ser comercial.
Mi presente
Hoy, con más de 20 años de experiencia en el sector TIC, ayudo a empresas a adaptarse a la transformación digital como parte de Orange España. Mi pasión sigue siendo conectar con las personas, resolver problemas y demostrar que, lejos de ser una «palabrota», vender es una de las profesiones más humanas y enriquecedoras que existen.