Alejandro Eloy Luján
Decía Steve Jobs que no podemos conectar los puntos hacia adelante, sólo podemos hacerlo hacia atrás. Así que tenéis que confiar en que los puntos se conectarán alguna vez en el futuro. Tienes que confiar en algo, tu instinto, el destino, la vida, el karma, lo que sea.
Soy un comercial con la inquietud de conectar el mundo comercial con el «mundo real», con la ilusión de ayudar a nuestra profesión y con la idea de contribuir de alguna manera a dignificarla. Para mi, ser comercial es una de las profesiones más enriquecedoras que existen, pero de las más desconocidas y dañadas, sin embargo la venta lo es todo, sin venta no hay empresa.
Una de mis referencias en el mundo comercial, Cosimo Chiesa De Negri, es autor de un libro especial para mi, un libro que da nombre a este blog y que ha de leerse todo aquel que se quiera dedicar a esto, todo aquel que no lo tenga claro, incluso tu, que has llegado hasta este punto del blog, y por supuesto, todo aquel que piense como como yo, que vender es mucho mas.
Alejandro Eloy Nace en Valencia en 1973. Tres cosas marcan su vida.
La primera, “El Acordeón”, a los 5 años quería tocar lo que tocaba Miliki. Ahí nace su relación con la música y con la sociedad, todavía hoy le saca partido a “Murmullos de París”. Su relación con la música pasa por el bajo eléctrico y llega hasta la percusión Africana, que saca lo mejor de él, Disfruta de la música 2.0, la que se puede compartir de una manera auténtica, de la música negra en general, y del funk en particular.
En segundo lugar“El Amstrad CPC 128k”. Aunque no le enorgullezca reconocerlo. Por un lado por el enorme esfuerzo que tuvieron que realizar sus padres para tan poco provecho, pero por otro lado, ese fue mi primer punto de contacto con la tecnología, que hoy vivo tan de cerca.
En tercer lugarla familia. Alejandro está felizmente casado con Elena, la mujer de su vida y madre de sus dos hijos mellizos, los capitanes del barco. Vive toda su vida rodeado de mujeres, sus tres hermanas, su madre, su tía soltera, su abuela…. Gracias a ellas, que lo tratan como una más, Alejandro desarrolla su lado femenino. Su padre, comercial o viajante, siempre trabajando fuera de casa, tiene mucho que ver con el acordeón, con el amstrad y con otros muchos hitos. Todo un ejemplo de honradez y de valores humanos.
Vive intensamente la adolescencia, esa edad donde las personas se forjan. Comete tantos errores en esa época de su vida que solo él sabe el coste, o mejor dicho, la inversión que le ha supuesto. Su primer trabajo fue a los 16 años, de recogevasos, en la discoteca Metrópolis. Con ese dinero paga la mitad de su vespa, que aún conserva, era el acuerdo al que llegó con sus padres. A los 17 años aparca los estudios de bachillerato para incorporarse al mercado laboral. Desde entonces no deja de trabajar, y de aprender… A los 24 retoma los estudios, (Acceso Universidad Mayores de 25 años), y cursa Ingeniería Técnica en Informática de Gestión (sin terminarla). Complementada con cursos académicos y certificaciones profesionales en sistemas y redes.
La vida profesional le empuja a la vertiente más comercial de la profesión, por su vocación de servicio y por su calidad con las relaciones personales. Empecé a ser vendedor por casualidad. Mi primer trabajo como técnico informático consistía básicamente en hacer de bombero, pero conforme estaba apagando el fuego vendía una nueva solución para evitar futuros incendios. Las personas confiaban en mi, yo empezaba a vender sin saberlo.
Todo cambia en 2003. Una PYME del sector TIC, focalizada en 2 grandes clientes se plantea abrir mercado en empresas de su tamaño y ahí estaba yo. Asumiendo las funciones de dirección técnica y comercial para cumplir los objetivos. Llegamos a ser 5 personas en el equipo y aprendí muchísimo. Ahí me di cuenta que me había convertido en un comercial y que esa era mi profesión.
Alejandro es un profesional comprometido con la excelencia en el trabajo, atesora más de 17 años de experiencia comercial, fundamentalmente en el sector TIC, principalmente en el área de sistemas, redes y comunicaciones. Ha trabajado para varias empresas relevantes del sector. En la actualidad trabaja en Orange España ayudando a empresas a adaptarse en la transformación digital, o sea… ¡COMERCIAL!
Alejandro Sánchez
Un buen amigo me aconsejó en una de mis etapas en las que buscaba un cambio profesional que debía encontrar una frase que me definiera profesionalmente: Ingeniero Superior especialista en el área de ventas. Pero cuando me pregunta algún conocido siempre respondo: Vendedor. Y me encanta ver la reacción (disimulada o no) de la gente.
Nací en Abril de 1978 en Valencia y como “buen” chico fui a la universidad a estudiar una carrera en la UPV. En el año 2000 finalicé la ingeniería técnica en Topografía y me fui a Suecia a hacer el proyecto final de carrera donde descubrí que el mundo es mucho más grande de lo que pensaba, que soy más español de lo que creía y a ser “openmind”. A mi vuelta cursé la continuación, Geodesia, por aquello de ser licenciado/ingeniero “superior” y aprovechar la inercia de estudiante. En 2002 ejercí durante 3 años como ingeniero en obra civil en una importante empresa de construcción, pero un amigo me rescató para meterme en el mundo de la venta “siempre se te ha dado bien que la gente haga lo que recomiendas, tengo una consola a la que no juego por tu culpa”.
Aquí aprendí que todo se puede hacer y que las empresas realmente son personas.
Y así fue mi afortunado cambio a este otro mundo. Durante casi 3 años estuve en una PYME del sector de la maquinaria industrial como responsable de ventas de mí mismo y otros 3 veteranos vendedores y fue un master intensivo en todas las áreas de una empresa, la gestión de personas y como desarrollar comercialmente un negocio. El reto fue integrar una pequeña empresa dentro de un grupo comercial nacional sin ninguna experiencia previa.
Después pasé a trabajar a una relevante empresa nacional del sector del suministro de material de construcción como comercial de grandes cuentas. Era una empresa con una alta orientación comercial, con una estrategia de ventas muy bien definida, muy agresiva y donde aprendí de verdad a vender, o a ser vendedor. Me fue muy bien, lo pasé genial e hice grandes amigos.
En 2010 me propusieron un reto que me motivó muchísimo, asumir la gerencia de una pequeña empresa para transformarla en una distribuidora nacional de un producto que no tenían, en un sector que se estaba creando y sin estructura comercial. Tras 3 años tuvimos ciertos éxitos, pero no se puede decir que se consiguió el objetivo deseado, los motivos quizás los cuente en el blog, pero lo importante para mí es que tuve la suerte de viajar, negociar con fabricantes extranjeros, desarrollar cartera de productos, tarifas, crear una estructura comercial propia y externa, con comerciales propios y red de distribuidores, objetivos comerciales, planes de ventas, contrataciones, despidos, fracasos, victorias, organización de ferias, ponencias, acuerdos comerciales, grandes responsabilidades.
Aquí aprendí lo difícil que es ser “jefe” en una empresa que no es tuya, lo importante que es conectar con tu equipo y que el trabajo más difícil del mundo es el de gestionar personas.
En secreto, a veces pienso que me sirvió para darme cuenta que no sirvo para ser director comercial o jefe de equipo de comerciales. O por lo menos que me queda mucho aún.
A finales de 2013 tuve la gran suerte de entrar en el proceso de selección de una de las multinacionales más importantes del sector de las telecomunicaciones y desde entonces he desarrollado una carrera profesional de casi diez años donde he crecido, me he divertido y he aprendido muchísimno. He tenido que esforzarme mucho para suplir mi carencia técnica inicial ya que es un sector en el que nunca había tenido experiencia, y me he podido demostrar que el conocimiento técnico es importante pero no es lo primero que necesita un comercial.
Aquí me volví a ilusionar trabajando, he descubierto que los grandes profesionales están en las grandes empresas, que trabajar en una multinacional no es tan “malo” como pintan, me volví a sentir vendedor de los buenos y he terminado liderando un increíble equipo de ventas gestionando la cartera más importante de clientes en mi región.
He complementado mi formación en EDEM, la UEM y en ESIC realizando el programa de Alta Dirección 15×15 (2022), un Executive MBA (2012) y un Programa Superior en Dirección de Ventas (2007) respectivamente. Formaciones que recomiendo encarecidamente al menos para crecer como persona.
Durante todos estos años me dio tiempo a tener dos hijos maravillosos.
En paralelo iniciamos esta andadura con vosotros y mi amigo y compañero Alex muy ilusionados de poder dignificar esta amada profesión, seguir aprendiendo a ser mejor vendedor y quizás poder servir de ayuda a algún profesional de las ventas.